Buenas noches
Recibir la invitación de Carlos a presentar el poemario “Motivo de tu ser”, me hizo sentir una gran responsabilidad por las siguientes razones:
Primeramente, conozco el gran estímulo que impulsa la vida de Carlos hacia la creación. Una creación que ha sido cultivada desde la tierna etapa de niño, cuando agudizaba sus sentidos, cuando atento se dejaba poseer por el candor de los sonidos más profundos extraídos de una guitarra interpretada por el tío Enrique, su padre.
Hoy, después de muchos años y durante toda su vida, pese a otros caminos recorridos, como son el trabajo, el ajetreo diario, los traslados de vivienda, no han postergado el poder de su creación y conmueve saber que Carlos no se alejó nunca de este don especial, un don que es el puro amor al arte, puesto que lo único que desea es que percibamos sus sentimientos, y nos identifiquemos con él frente a las cosas más sencillas y a la vez, más cruciales de este devenir del mundo, que no son otra cosa que las emociones que nos juntan y nos hace sentir más humanos. Por esta razón me hace responsable al decir lo importante que son los sentimientos en las personas y que a veces indiferentes los dejamos pasar o sufrimos estados de vulnerabilidad, sin llegar a su completa comprensión. Carlos a través de su arte, expresado en poemas, nos ayuda a sentir y reflexionar sobre eso que es amor y desamor, que es deseo y olvido, que es correspondencia y no, que es alejamiento y ausencia, que es posesión y celo, que es dulzura y ternura, que es la vida misma, que nos lo muestra en poema y canción para comprenderla, quererla y valorarla.
Segundo, por mi formación y experiencia en artes visuales, con lo cual resulta responsable explicar “algo” sobre el poder de la palabra para imaginar, y desde allí lograr que los espectadores, lectores, oyentes y público en general, se transformen a través del arte, (un interés particular, dado a mi dedicación a la educación de niños, jóvenes y adultos).
Cuando hablamos del imaginario individual y del imaginario colectivo, asumimos el rol que juegan las imágenes que consiguen captar nuestra atención, experiencia, conocimiento, estética y sensibilidad para acercarnos a convivir situaciones comunes. Es decir, la poesía, la danza, la música, las artes plásticas, nos acercan de una manera pacífica, alegre y desinhibida, más aún, cuando nuestro pueblo peruano es cuna de innumerables condiciones artísticas. Es por esto que resulta pertinente aclarar, que no solamente estamos aquí para homenajear y pensar en aquello que Carlos nos entrega noblemente, sino, en pensar de qué manera la estética de Carlos nos brinda una posibilidad de transformación de nuestro espíritu y de nuestras vidas, es decir: “enriquecernos”. Puesto que cada vez que se nos presenta una obra creada, sea canción, sea poema, sea imagen, sea baile, se manifiesta como principio de goce, que es la capacidad de nuestra percepción para recrear en nuestro espíritu, dejar que construya algo en nuestro ser.
Gracias Carlos nuevamente por darnos esta oportunidad, por cubrir esa necesidad de encuentro con imágenes que contienen el anhelo por visualizar la naturaleza y el entorno, reconociendo en ella su crudeza y su armonía. Como en los poemas, “El indulto, (homenaje a un toro cualquiera)”, donde a manera de fábula, nos sorprende con la ubicación que toma la palabra la voz de un toro agonizante, sintiendo la torpeza del hombre-verdugo y la crudeza que fluye en el ambiente y con fuerza desgarradora transmite conceptos acerca del valor, la conciencia, la belleza y bravura del toro, la valentía, el dolor y la muerte que nos hace pensar en la defensa que podríamos asumir ante la figura del “otro”, ese otro que puede ser nuestro hermano, otro cualquiera que puede ser débil y pobre, y que sin hablar nos transmite su peligro, su angustia o su dolor.
Gracias Carlos por recordárnoslo. Otra idea interesante extraigo del poema, “La ardilla solitaria”, anécdota que narra el encuentro de unos animalitos en la plaza; más allá de ofrecer detalles de forma, nos permite palpar la curiosidad e ingenuidad del niño, que significarían la motivación por aprehender. “Motivo de tu ser”, entonces, se presenta como un estado de curiosidad e impulso del “ser”, una actitud que se afirma y se identifica hacia el carácter de lo viviente, un ejercicio de la autorrealización humana, una complementación armónica entre el ser y el mundo.
Destaco por último, la imagen del poema “Condena”, donde Carlos, consigue revelarnos el optimismo, aún en la privación de la libertad, al sugerir imágenes futuras, cuando dice: “he de volver al monte” – “he de buscar entre mi selva”…………………...Estas palabras crean en el imaginario, el vínculo de afirmación del encuentro con un paisaje luminoso, vasto y verde, y amplía su plenitud, al insinuar la idea de “nacimiento” cuando dice: “donde llegué al mundo”, lo que significa, objetivar el acto de nacer y por consiguiente volver a comenzar, IDEA, que deseo quede en el recinto y en sus mentes como una posibilidad del renacer, para convertirnos a través del arte en mejores individuos, amar mejor, desear más bondades, buscar y encontrar las maneras más sanas de convivencia.
Para terminar de agradecer y felicitar a Carlos Borjas Díaz, quiero decir que la familia te envía un abrazo fraterno, reconociendo tu talento artístico, tu sensibilidad en expresar unos sentimientos que también son voz callada de otros. Estamos seguros que estas dos ediciones, poemario y cd, son registro actual de tu vena artística y que dan fe de la entrega a las letras y al arte peruano.
Gracias Olga Flores Díaz, Docente de la Facultad de Arte de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Gracias Primita de mi corazón, gracias. DIOS TE BENDIGA.
Seguidamente, presentarles el aprecio del Dr. Oswaldo HERRERA CAVERO, Docente Universitario de la Facultad de Medicina y Biología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, mi gran amigo y compañero de Estudios Secundarios del Primer Colegio Nacional de la República de Nuestra Señora de Guadalupe, Promoción 1966.
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